Dinero urgente con tarjetas de crédito: aspectos a tener en cuenta

lunes, 11 de noviembre de 2013

Disponer de dinero urgente utilizando una tarjeta de crédito puede ser una opción muy efectiva en los tiempos que corren. No obstante debemos tener en cuenta una serie de aspectos y precauciones si somos de los que sólo utilizan la tarjeta de crédito frente a gastos repentinos o de forma muy esporádica, y por tanto, nunca nos hemos interesado en exceso por las condiciones de obtener dinero de esta forma.

Tarjetas de crédito dinero urgente

 Muchas personas tienen contratadas tarjetas de crédito a las que han dado un escasísimo uso. Son recuerdos de una época en la que no sabíamos qué era la prima de riesgo. En muchas ocasiones el banco las ofrecía tan solo con abrir una cuenta, o exigía hacerse con una al contratar cualquier producto.

Algunas de ellas se han quedado en un cajón pero otras se han seguido utilizando, aunque con la opción de pago a crédito en el mes siguiente y no a plazos. Pero al llegar la crisis, y en el contexto actual, frente a un gasto sobrevenido, muchos usuarios han estirado las tarjetas y las han utilizado para pagar los gastos a plazos o bien para obtener dinero urgente disponiendo de efectivo a través de la tarjeta.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en los últimos años las comisiones por renovación se han elevado notablemente, por lo que hay que estar atentos a la renovación. Además los requisitos por estar exentos de afrontar dicho pago (realizar un determinado número de movimientos o alcanzar un importe anual mínimo) también han aumentado. Este detalle concierne a todos los poseedores de tarjetas, tanto de crédito como de débito.

Si la tarjeta va a ser utilizada para una compra a plazos se debe solicitar información sobre el tipo de interés asociado a dicho aplazamiento. Si no se está habituado a realizar este tipo de operaciones, uno se puede llevar una sorpresa. En una próxima entrada hablaremos de las tarjetas de crédito del tipo revolving, que básicamente permiten elegir el número de cuotas o importes, lo que puede aumentar el gasto total a devolver si alargamos en exceso el plazo.

Si por el contrario se pretende disponer de dinero a crédito, aparte del tipo de interés se debe tener en cuenta que puede existir una comisión por el simple hecho de disponer del dinero en un cajero.

También es fundamental conocer el límite de crédito del que disponemos, ya que en ocasiones (en algunas entidades) será posible conseguir una cantidad de dinero superior a costa, una vez más, de una comisión sobre el saldo excedido de crédito, que como muchos imaginarán, no suele ser baja.

Por último, una recomendación basada en el sentido común, y es que hay que tener en cuenta que se debe disponer de una cierta confianza en que podremos hacer frente a los distintos pagos para devolver el dinero. La tarjeta de crédito nos facilita afrontar los gastos al no tener que liquidar importe de una sola vez. No atender al pago significará asumir más comisiones y penalizaciones en forma de interés por demora, que lo único que harán es dificultar todavía más afrontar las próximas cuotas.

Por tanto, las tarjetas deben ser utilizadas con responsabilidad y teniendo en cuenta todos los gastos relacionados con ellas, así como nuestras posibilidades para afrontar la devolución del capital más los intereses. De esta forma pueden ser una gran herramienta para hacer la vida un poco más sencilla frente a imprevistos, en una época tan complicada como la que vivimos.

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